martes, 20 de noviembre de 2012

SI ES POSIBLE RECONOCER A UN ABUSADOR SEXUAL




El abuso sexual infantil ocurre muchas veces frente a los ojos de la propia familia del menor, especialmente cuando el abusador – como sucede en la mayoría de los casos – es el papá, padrastro, hermano mayor, tío o cualquier otra persona cercana a la familia.

 Otras veces, el victimario es una persona que se ha ganado el respeto y confianza tanto de su víctima como de sus familiares; puede ser un profesor, un entrenador o un líder religioso o comunitario. Cualquiera puede ser un abusador sexual porque no hay un perfil único que los identifique ni tienen cara de depravados tal como podría pensar más de uno.
 
 Sin embargo, los especialistas en el tema han logrado descifrar las características de un abusador sexual. *Uno de los modelos más aceptados es el de Finkelhor y Krugman, en el que se describen las cuatro condiciones para que el abuso se produzca:
 
 Primera condición: relacionada con la motivación del agresor para cometer el abuso. Existen distintas categorías de motivaciones en los agresores sexuales y cada uno de ellos desarrolla un modus operandi diferente:

•         Por una parafilia sexual (sadomasoquismo, pedofilia, exhibicionismo)
•         Por repetición trangeneracional de experiencias previas de abuso en la infancia (fue abusado en su niñez y tiende a repetir el abuso sobre otros)
•         Por un componente psicopático de personalidad (alteraciones mentales)
•         Por trastorno de control de los impulsos
•         Pedófilo exclusivo, por fijación obsesiva con un objeto sexualizado (sexualiza al niño aún siendo un bebé)
 
Segunda condición: está relacionada con la habilidad del agresor para superar sus propias inhibiciones y miedos, recurriendo para ello al alcohol y las drogas.

 Tercera condición: por la que se vencen las inhibiciones externas o los factores de protección del niño (niños abandonados, mal atendidos, carentes de afecto o al cuidado de varias personas).
 
 Cuarta condición: le permite vencer la resistencia del niño, para lo que se recurre al uso de la violencia o amenaza o el engaño y la manipulación. En este punto, hay menores especialmente vulnerables como los niños con discapacidades, puesto que en algunos casos su capacidad para oponer resistencia se ve seriamente mermada, o como el caso de los más pequeños de menos de tres años.
 
 Al revisar las anteriores categorías de los abusadores sexuales, nos damos  cuenta que, a simple vista, no podemos sospechar del victimario. Ellos pueden ser hombres casados y con hijos, amantes amorosos, ejecutivos u obreros, líderes políticos, religiosos o infantiles, familiares o extraños y un sinfín de personajes que no delatan su condición de abusadores sexuales infantiles.
 
Por eso todos, sin excepción, debemos estar atentos a los adultos que tienen contacto con los niños y niñas. Ante cualquier gesto, palabra o conducta reprochable o sospechosa, tenemos la obligación de alertar a los padres, profesores o autoridades competentes.

tomado de:

http://tusexologa.blogspot.com/

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