El 26 de septiembre se celebra
en Colombia el Día Nacional de la Prevención del Embarazo en Adolescentes con
el fin de recordarles a los ciudadanos y ciudadanas que tenemos el deber de
involucrarnos en las diversas actividades y programas que existen, a nivel
público y privado, para educar sexualmente a niños, niñas y adolescentes y
prevenir así los embarazos a edades tempranas.
Nadie está exento de tener en su casa a un adolescente en embarazo; independientemente de que sea -hombre o mujer adolescente.
Así que les invito a revisar estos consejos que
serán de utilidad en caso de que tengas un familiar adolescente que esté
pasando por esta situación.
1. La adolescente embarazada tiende a presentar estrés, depresión, angustia, llanto fácil y trastornos del apetito o del sueño. El apoyo que reciba de su pareja y el resto de la familia, en especial de los padres, es fundamental; evita regañarla constantemente y mucho menos castigarla. Es comprensible que los adultos estén molestos y decepcionados pero ahora lo que se requiere es cariño y amor incondicional.
2. El adolescente que se ve involucrado en un embarazo de su novia sufre tanta angustia y miedo como ella, así que no menosprecies su situación y más bien apóyalo, para que a su vez, él la apoye a ella. Por ningún motivo se te ocurra esconderlo, mandarlo a otra ciudad o recomendarle que la deje sola “porque ella se lo buscó”. Esas actitudes machistas desdibujan la responsabilidad que debes inculcarle a tu hijo y terminas siendo cruel finalmente con la chica que está embarazada.
3. Si nunca le habías brindado confianza a tu hija este es el momento para comunicarte con ella sin prevenciones. Escúchala, revisen las opciones que ella tiene para continuar o no su embarazo y respeta la decisión que tome ella y sólo ella. Acompáñala al médico para que no se sienta sola y ayúdala a asumir las consecuencias de las decisiones que tome sin juzgarla posteriormente.
4. Los adolescentes embarazados deben continuar sus estudios y para esto requieren la compañía de la familia. Si la joven tiene que suspender sus estudios que sea temporalmente y, luego de nacido el bebé, búscale el reingreso al colegio o que pueda estudiar en jornada nocturna para que pueda atender al bebé y trabajar.
5. No le augures un futuro negro al adolescente embarazado. Si le respaldas en su proyecto de vida, seguro no sufrirá, a diferencia de un chico o chica que no reciba el apoyo de los adultos; eso sí, no asumas la responsabilidad del embarazo ni del bebé que va a nacer. La madurez que tendrán los adolescentes que pasan por esta situación depende de si los adultos deciden cargar con todo el peso de la situación; los chicos también tienen que aprender y responder por sus actos con el amor, por supuesto, de su familia.
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