sábado, 15 de diciembre de 2012

LOS PREJUICIOS Y ACTITUDES QUE VIOLAN LOS DERECHOS SEXUALES


Prejuicio: La Real Academia de la Lengua lo define como la acción y efecto de prejuzgar (juzgar las cosas sin tener cabal conocimiento o antes del tiempo oportuno). Por lo tanto, un prejuicio es una opinión previa acerca de algo que se conoce poco o mal; por ejemplo: “todos los costeños son flojos”, me permite generalizar un concepto erróneo y negativo que no es cierto.


Muchas personas piensan así: “yo respeto los derechos de los demás siempre y cuando se acomoden a mis costumbres, a mis creencias o a mis pensamientos”; es decir, negamos la universalidad de los derechos humanos que obliga a respetar a todos y todas independientemente de lo que yo crea, sienta u opine sobre las otras personas.

En el marco del Día de los Derechos Humanos, debemos tener en cuenta a los derechos sexuales y los derechos reproductivos, que están incluidos dentro de los derechos humanos.  En nuestro país se ha ido incrementando una especie de “ola fundamentalista”, de carácter político y religioso, que proclama con contundencia que los derechos de las personas no deben ser reconocidos si van en contravía de las creencias y opiniones de dichos grupos.

Veamos algunos hechos relevantes de los últimos tiempos que vienen pasando en Colombia y que reflejan la falsa creencia de que los derechos humanos se deben aplicar a unos pero a otros no.

  Desde algunos organismos de control del estado como la Procuraduría, se han emitido circulares, memorandos y declaraciones públicas, en los que se desconoce totalmente el derecho de las mujeres a su autonomía y libertad de ejercer el derecho al aborto en los casos reconocidos por la Corte Constitucional.

  Un senador reconocido y de larga trayectoria, como Roberto Gerlein, definió la relación entre dos hombres como “excremental, sucio, asqueroso y que merece repudio”, desconociendo flagrantemente que las opiniones personales no deben ser obstáculo para el reconocimiento y respeto de la orientación sexual de ningún hombre o mujer.

  Diversas comunidades religiosas han iniciado campañas entre sus seguidores en contra del aborto, la población LGBTI y la eutanasia; reconozco el derecho que tiene todo creyente a seguir sus preceptos pero sin olvidar que el Estado colombiano es laico y cada individuo posee la capacidad de actuar conforme a lo que crea y sienta sin temores o amenazas de “castigo eterno”.

  Han llovido críticas a la Línea de Atención a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, recién inaugurada por la Alcaldía Distrital de Bogotá, que busca atender los casos que establece la ley en relación al aborto legal. Dichas críticas, que se extienden a Profamilia, hacen parte del desconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres que pretenden impedir el libre ejercicio de la sexualidad y de la autonomía sobre el  cuerpo femenino.

Cuando hablamos de derechos tenemos que aprender a separarlos de nuestros prejuicios, conceptos o pensamientos. Cada uno de nosotros tiene derecho a actuar como nos parece adecuado pero los demás también tienen derecho a actuar como les parece.

Recordemos que el mundo no es “blanco y negro” sino que tiene diferentes tonalidades que lo hacen diverso y plural. Construir una nueva sociedad es re-construir nuestra propia percepción del respeto y tolerancia de los que nos rodean. Si nos negamos a esto, no estamos contribuyendo a la paz y justicia que anhelamos tanto.


TOMADO DE:

http://tusexologa.blogspot.com/
 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

MODELOS DE EDUCACIÓN SEXUAL NOCIVOS


"Hace pocos días veía en la televisión una entrevista realizada a varios padres de familia – incluyendo a los abuelos – donde se les preguntaba si hablaban de sexo con sus hijos. La mayoría respondieron que casi nunca hablaban del tema porque les avergonzaba o no sabían cómo hacerlo.

Lo que más nos preocupa a los educadores sexuales es que los adultos reconocen la importancia de hablar de sexo en la casa, pero no tienen las habilidades para lograrlo. Ya sea porque en su infancia se les prohibía tocar esos asuntos espinosos, porque los castigaban si lo hacían o porque se miraba el sexo como sinónimo de vergüenza, esos adultos que son papás en la actualidad, ni se educaron sexualmente ni aprendieron a hacerlo con sus hijos.



No podemos repetir las épocas pasadas en que el sexo era un tema tabú; cada día nuestros pequeños y jóvenes requieren mayor comunicación y afecto de sus padres para que logren vivir una sexualidad despojada de misterios y culpas.

 ¿Cuáles son las maneras nocivas de educar sexualmente a los niños y niñas?

  • El silencio: el quedarse callado ante las preguntas infantiles es quizás una de las maneras más dañinas de educación sexual, si a eso se le puede llamar educación. ¿Qué puede pensar una niña de 10 años que le pregunta a su papá para qué sirve un condón, y él decide no responderle? Indudablemente, esa pequeña no volverá a hacerle preguntas de ese estilo perderá la confianza que probablemente le tenía y buscará la información por otro lado.
  • La amenaza y el castigo: si usted regaña y amenaza a su hijo porque lo encontró frotándose los genitales con su almohada, le está enviando el mensaje de que la sexualidad es sucia e indebida, desconociendo el hecho de que los pequeños exploran su cuerpo y buscan obtener el placer que han descubierto. La educación sexual “castigadora” o punitiva sólo logra infundir en los menores unos miedos e inseguridades acerca de su sexualidad que se trasladarán a su vida sexual adulta generando dificultades.
  • La represión y el chantaje: este modelo de educación sexual es el más utilizado en las niñas y adolescentes. Por ejemplo, cuando la chica le confiesa a sus padres que tiene un admirador en el colegio, empieza la represión sutil o abierta mediante frases como: “cuidado con los hombres” o “mejor que no salgas a cine porque no hay quien te cuide”.
  • El aplazamiento o delegación: este modelo inadecuado de educación sexual se observa en las parejas que piensan que el otro es el que debe responder a las inquietudes infantiles. El papá, por ejemplo, le dice a la mamá que es ella quien debe educar a su hija porque “entre mujeres” se entenderán mejor. Y, viceversa. La educación sexual infantil no tiene género, así que tanto los hombres como las mujeres tienen el deber de brindar información sexual a sus hijos, independientemente del sexo.

Papás y mamás, los invito a reflexionar sobre el estilo de educación sexual que llevan en sus hogares. No es justo repetir una educación como la brindaron las generaciones anteriores. El mundo avanza vertiginosamente y los niños y niñas están expuestos a diario a todo tipo de información sexual. ¿Qué esperan ustedes para educarlos? Mientras tanto, sus pequeños estarán siendo educados sexualmente por otras personas, quizás de una manera inadecuada.¡Manos a la obra como verdaderos educadores sexuales!"


TOMADO DE:

http://tusexologa.blogspot.com/search?updated-max=2012-06-12T12:35:00-05:00&max-results=7&start=21&by-date=false